Los ojos verdes

El romanticismo es un movimiento que en un inicio se inspiraba en las leyendas medievales y en general daban prioridad a los sentimientos antes que la razón. La libertad del ser humano ante la sociedad, el individualismo, el nacionalismo, entre otras, son características de este movimiento y también factores que impulsaron a muchas personas a unirse al romanticismo.

Pero, ¿Cómo se expresaba el romanticismo? La respuesta es el arte.

Como bien se sabe el arte es un medio de comunicación que nos ayuda a manifestar o interpretar sentimientos, ideas, pensamientos, etcétera; el romanticismo utilizó diferentes tipos de arte para expresarse como composiciones musicales entre las más reconocidas las de Beethoven, en pinturas que manifiestan dramatismo e intensidad y en poemas, uno de los autores más reconocidos en el romanticismo y pos-romanticismo fue Bécquer.

Gustavo Adolfo Bécquer fue un poeta español nacido en Sevilla en 1836. Procedente de familia de pintores, estudio humanidades y pintura en Sevilla; se mudo a Madrid para hacer carrera literaria pero fueron muchos años después cuando se dio a conocer por sus leyendas, siendo la cima de su éxito entre los años 1861 a 1864, en los que escribió "Los ojos verdes".

"Los ojos verdes" es una historia que está escrita en forma de prosa e inicia con una corta introducción del autor, en este caso, Bécquer; que explica el por qué del título y de la realización de la historia .
  

El relato inicia teniendo como escenario un monte al cual van perros y hombre a caballo, lo que nos remonta a la época medieval; van tras un ciervo lastimado en un intento de caza, siendo estas las acciones que nos brindan una atmósfera algo enérgica.

"...Las cuencas del Moncayo repitieron de eco en eco el bramido de las trompas, el latir de la jauría desencadenada, y las voces de los pajes resonaron con nueva furia, y el confuso tropel de hombres caballos y perros..."

Y aquí es donde aparecen nuestro primeros personajes, como el marqués Iñigo; personaje secundario individual que ayuda a completar las acciones del personaje principal que es Fernando de Argesola ya que el desarrollará y protagonizará la historia. Fernando es detenido por Iñigo, ya que se acercaban a la fuente de los Álamos, éste se enfada y reclama a su marqués, mientras él sólo le cuenta las advertencias sobre ese lugar, se decía que un demonio dañaba a todo aquel que provoque disturbios en sus aguas; sin embargo, ignorando toda advertencia, él decide adentrarse para cazar su ciervo.

Días después se se nota lo sombrío de Fernando, le platica todo a su marqués, cuando se adentro mas en el rió y pudo observar los ojos de una mujer, fue en busca de ella día tras día y en una de esas veces logro verla. Pero, en el momento que le dijo a Iñigo que los ojos de aquella mujer eran verdes, asustado recordó las advertencias, el demonio, criatura o mujer tenia el mismo color de ojos, le recomendó a su señor que por su bienestar no se acercara más a ese lugar.

Fernando hace caso omiso y va en busca de ella; ya en los Álamos, ambos juntos, él decide declararle su amor y la criatura, otro personaje secundario y antagonista, le pregunta: "¡Oh, no!...Háblame ; yo quiero saber si me amas; yo quiero saber si puedo amarte, si eres una mujer... -O un demonio...¿Y si lo fuese?" (Bécquer, 1861, p.5) Fernando responde que sí y ella se va acercando a la orilla del rió, atrayéndolo con sus ojos y una señal de beso, él sin darse cuenta ya estaba por caer, siente unas manos en su cuello y finalmente es sumergido por ella.

El tiempo que presenta la obra es analepsis que es un salto en el tiempo en el que se regresan a algún recuerdo para recuperar acciones que se realizaron y volver al presente para continuar con la historia. 

"El montero, sin desplegar los labios, arrastró su banquillo hasta colocarle junto al escaño de su señor, del que no apartaba un punto los espantados ojos. Éste después de coordinar sus ideas prosiguió así: -Desde el día en que a pesar de tus funestas predicciones llegué a la fuente de los Álamos, y atravesando sus aguas recobré el ciervo..." (Bécquer, 1861, p. 3)

En la historia "Los ojos verdes" podemos encontrar características del romanticismo como la ambientación, que es en lugares exóticos o lejanos en el tiempo, en el tomo II "¿has encontrado por acaso una mujer que vive entre sus rocas?" (Bécquer, 1861, p.3); y el lenguaje, que es el uso de figuras retóricas para embellecer, ya que a lo largo del relato hay metáforas, que hacen un uso figurado del lenguaje, "Unos ojos de un color imposible" (Bécquer, 1861, p.4), también utiliza la figura retorica símil, que es la composición o expresión de la semejanza entre dos cosas, en "Brillan como puntos de oro" (Bécquer, 1861, p.3)

Sus cabellos eran como el oro; sus pestañas brillaban como hilos de luz, y entre sus pestañas volteaban inquietas unas pupilas que yo había visto...si; porque los ojos de aquella mujer eran los que yo tenia clavados en la mente" (Bécquer, 1861, p.4)

"Ella era hermosa, hermosa y pálida, como una estatua de abalastro" (Bécquer, 1861, p.5) y "Y en el cerco de sus pestañas rubias brillaban sus pupilas, como dos esmeraldas sujetas en una joya de oro" (Bécquer, 1861, p.5).

Para finalizar podemos concluir que la sensibilidad y emoción que nos transmite el relato de Bécquer y el romanticismo en general, nos permite entender que hay más alla de un escrito, eso que nos hace seres humanos, el sentimiento que provoca dentro nuestro.
La critica del mundo real que nos deja Bécquer, es tangible y emocionalmente creíble. Tenemos que reconocer y entender a Bécquer como lo que es, un gran autor romántico que para huir de la realidad se remontaba a través de sus obras a otros lugares exóticos donde se sentía libre.




Bibliografías:

Bécquer, G. (2006). Los ojos verdes. Buenos Aires: Biblioteca virtual universal

Sádaba, S. Biografía de Gustavo Adolfo Bécquer. Recuperado el 4 de febrero de 2019 de: http://www.cervantesvirtual.com/portales/gustavo_adolfo_becquer/autor_biografia/

Soledad, M. , Márquez, D. (2012). Literatura. Book Mart México